martes, 25 de noviembre de 2008

I Festival de Tradiciones Lambayecanas fue todo un éxito.

Chiclayo, Exquisita, Dulce Y Refrescante.
Organizadores esperan que en los próximos años puedan cubrir toda la región y llegar hasta Lima.

Hace muchos años que no se vivía un espíritu festivo por el aniversario de creación política de la provincia de Chiclayo, toda una semana llena de actividades con el propósito de recuperar las tradiciones ancestrales que lamentablemente el poblador chiclayano va dejando de lado para integrarse a este mundo futurista, consumista e irreal. En este contexto de conmemoraciones, el pasado 19 de abril se realizó el I Festival de Tradiciones Lambayecanas, actividad cultural que forma parte de las celebraciones por el 173 Aniversario de Chiclayo, formaron parte de la organización la Sub. Región de Turismo del Gobierno Provincial de Chiclayo y la Facultad de Ciencias Histórico Social y Educación de la Universidad Pedro Ruiz Gallo, a través de su oficina de Proyección y Extensión Social.

La tradicional plazuela Elías Aguirre fue el escenario elegido para acoger a centenares de visitantes deseosos de conocer las costumbres y tradiciones de los pueblos de toda la provincia chiclayana. Al promediar el mediodía y como para incentivar el deguste de exquisitos platos, se dio inicio al conversatorio programado sobre gastronomía: platos típicos, postres y estampas artísticas. Fue la profesora Ninfa Idrogo, prestigiosa investigadora social, quien manifestó la necesidad de recuperar lo que nuestros antepasados nos heredaron ya que “la gastronomía Lambayecana es muy sabrosa por la creatividad de nuestro pueblo, y por ello de nuestra riquísima comida” acotó, la misma opinión tuvo el profesor Lumber Chero Ballena, quien consideró una iniciativa formidable el exponer nuestra riquísima cultura gastronómica ya “que ninguna otra región del país la tiene ”, además ” nuestra ubicación en el centro del Nororiente, el tener una magnífica e incomparable cocina, y mejor aún nuestras costumbres y tradiciones añadidas al poder arqueológico, nos coloca en un punto estratégico en comparación con otras regiones , lo que debemos aprovechar para seguir creciendo”, manifestó.

En este I Festival de Tradiciones Lambayecanas estuvieron representados pueblos como el de Monsefú, el mayoritario en los stands de exhibición de comidas, postres, vestimenta y tejidos. También expusieron sus potencialidades: Picsi, Puerto Eten, Mórrope, Cusco y las diferentes áreas productivas de la Facultad de Ciencias Histórico Sociales y Educación de la UNPRG.

Gregoria Chanamé Senmache pobladora monsefuana, quien vestía un traje típico de su pueblo, agradeció infinitamente a quienes organizaron este festival, porque para ella “ este es una buena manera de hacer conocer nuestras costumbres, nuestra comida, artesanía y la verdadera marinera norteña”, además felicitó a todos los chiclayanos por su aniversario “estoy contenta y feliz de estar y formar parte de su celebración, les deseo lo mejor y que sigan sus festivales”, acotó.

Otra representante de Monsefú es la señora María Esperanza Pisfin, ella es una experta tejedora, ve en estos festivales la oportunidad de vender sus productos y de esta manera seguir con la tradición de sus costumbres, “esta es una oportunidad económica para poder hacer algo y ganar dinero ya que en mi pueblo ya no hay salida de nuestros productos… pero a pesar de nuestras limitaciones este arte tiene que nacerte porque sino nunca podrías hacerlo, y a mí me nació el tejer, quise aprender y lo logre, y ahora, aparte de conservar mi tradición, es una fuente de ingreso para mí”, señalo muy emocionada doña María.

Pero la real atracción del I Festival de Tradiciones Lambayecanas fue la rica gastronomía presentada: el arroz con cabrito, el espesado, el infaltable ceviche y la refrescante chicha, hicieron deleitar el paladar de los visitantes, se escuchaban frases delirantes como: ¡estuvo bueno tía!, ¡que rico mamita! ¿Cuál es tu secreto?, ¡esto no tiene comparación, que viva Chiclayo carajo!, expresiones que reflejan nuestro potencial, y como para sellar con broche de oro la majestuosa marinera norteña, hermosa y elegante representación del baile.

A todo esto, debemos agregar que la Sub. Gerente de Turismo del Gobierno provincial de Chiclayo la señora Norma Muro manifestó que Chiclayo debe “ convertirse en la segunda ciudad turística en el Perú, por ello debemos seguir elevando el sentido de ciudad de la amistad con que se conoce a Chiclayo”, además agrego que “ tenemos todo para convertirnos en la segunda ciudad en importancia del país, por nuestra riqueza gastronómica, costumbrista, arqueológica, danzas; en fin. Todo para despertar este potencial y mejorar nuestras condiciones, proyectarlas al país entero y en el extranjero”, dijo la representante del municipio chiclayano.

Por otro lado, un hecho que ha marcado precedente fue la activa participación de la Universidad Pedro Ruiz Gallo, a través de su Facultad de Ciencias Histórico Sociales y Educación, pues formó parte de la organización del festival, precisamente la profesora Julia Liza recalcó que esta iniciativa “proyecta a la universidad en el rescate de la Identidad Chiclayana”, además, señalo que para el siguiente año el reto es” integrar a los demás pueblos que conforman la región y en un futuro no tan lejano llegar hasta Lima” señalo la también organizadora del Festival.

Finalmente, todos coincidieron que cualquiera fuesen las costumbres y tradiciones del pueblo Lambayecano, estas sirven para rescatar nuestra identidad Moche en cada uno de los chiclayanos, y que festivales como el que hemos vivido, son necesarios y fructíferos para conseguir dicho propósito. Chiclayo nacida para la amistad y el buen gusto, Chiclayo es exquisita, dulce y refrescante.














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